El burocratismo es uno de los grandes males de la administración pública venezolana, heredero de una estructura burguesa que entorpece las labores de instituciones del estado para justificar la contratación de empresas privadas, muchas veces propiedades de los mismos altos jerarcas del gobierno.
Es de resaltar que se requiere de la unificación de criterios de todos los que opinen sobre este tema para establecer una argumentación lo más ámplia posible, sin embargo se hace este aporte para llamar a la reflexión sobre uno de los cánceres del gobierno nacional.
Tras haber leido la producción panfletaria sobre Ernesto José Guevara, ministro de industria de Cuba en 1964 sobre su experiencia con la decadente industria cubana de entonces y las similitudes con el caso venezolano de hoy en día:
- Centralización de las gestiones: la incorporación de personal en algunos casos es vital, sin embargo la formulación de expedientes y los procesos de ingresos deben ser aprobados por consejos corporativos en una oficina en lo alto de una torre a cientos de kilómetros de distancia, lo que retrasa el proceso hasta años. Un claro ejemplo es Petróleos de Venezuela.
- Centralización de la Producción: desde las capitales de estados o del mismo país se establecen producciones que suelen relajar la motivación y la capacidad real de procesamiento, esto causa rezago de la oferta ante la demanda de productos. Si localmente se controlara la producción esta pudiera ser ascendente equilibrio con la demanda agregada, además conociendo la verdadera realidad del proceso industrial se lograrían establecer correctivos en lapsos cortos de tiempo mientras que en la estructura burocrática la compra de maquinaria, incrementos de producción, reemplazo de maquinaria dañada, ubicación y reemplazo de materia prima están sujetos a anticuados e innecesarios procesos de estudios y procura excesivos que retrasan los procesos. Un ejemplo, Abastos Bicentenario de El Tigre, tiene 10 cajas, solo trabajan 6, porque no tienen el personal. Propuse que si cobraban 10 bs por compra a la población tendrían como contratar cajeros restantes para mantener el proceso a plena capacidad, la respuesta fue "eso lo decide Caracas"
- Apoderamiento de los Cargos: existen funcionarios que complican o vuelven más intrincado el ejercicio de sus funciones para justificar su presencia haciendose imprescindibles o en lugar de ser operarios de la administración pública se creen dueños de los cargos.
- Selección No Adecuada de Empleados: aquí no se trata de denigrar a nadie, ya que la práctica es parte muy importante de la experiencia, sin embargo desde ministros hasta empleados de rango medio y local en la administración pública han ocupado cargos o carteras no idóneas por no estar relacionadas a la rama de profesionalización obtenida, dificultándole así la tarea por ejecutar.
- Falta de Amor: puede sonar algo tonto, pero la falta de amor, al país, a la ciudadanía y a sí mismo parece reinar en la administración pública (y privada también) donde se ven funcionarios improductivos, con desgano, sin objetivos, sin cuidado ni de ellos, ni de la población a quien sirven ni del mobiliario de trabajo, muchos incurren en la corrupción desvirtuando a sí mismos y a su institución, reina la falta de valores, de ética personal y laboral y pareciera de una debida instrucción sobre comportamiento en el ámbito laboral y trato a la ciudadanía. Muchos en lugar de servir a una población solo les preocupa cumplir horario (caso trabajadores de Mercal)
- Continuación del Mismo Aparato Estatal Obsoleto: no se han realizado las modificaciones administrativas necesarias en la estructura y organización dentro de las diversas ramas del estado junto con las funciones y responsabilidades a cumplir para obtener desarrollo y productividades crecientes en un marco sostenido y de mayor satisfacción a la población.
Y entre otros estos son algunos de los focos específicos del burocratismo en Venezuela.
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